Conocer la diferencia entre TIN y TAE, es decir, entre el Tipo de Interés Nominal y la Tasa Anual Equivalente, es esencial de cara a la contratación de una cuenta bancaria o de cualquier otro producto financiero. Debemos tener muy claro qué significa cada concepto para que no existan confusiones a la hora de tratar con nuestro banco:
Esta es, sin lugar a duda, una de las preguntas más comunes entre los clientes. El usuario de un producto financiero se cuestiona cuál de estos dos conceptos es más fiable cuando se enfrenta a la decisión de escoger un préstamo o depósito, y la respuesta es sencilla: la TAE es un indicador más fiable. Es así tanto a la hora de escoger un préstamo, porque sabemos cuánto nos cobrará el banco en comisiones, como a la hora de elegir un depósito, porque tendremos toda la información disponible de rentabilidades y de gastos y comisiones, en caso de existir.
Como hemos mencionado anteriormente, el TIN es un indicador que cumple una labor informativa. En el fondo, el valor que de verdad le interesa usar o conocer al consumidor es la TAE, puesto que nos permite comparar distintas ofertas de cuentas o depósitos, con independencia de sus condiciones particulares.
La TAE, por tanto, es un indicador útil para la comparación de ofertas en cuestión de hipotecas, préstamos o cualquier otro producto que exija que le entreguemos nuestro dinero al banco como contraprestación de un servicio. Es normal que, si queremos ahorrarnos el máximo dinero posible en nuestra operación financiera, queramos escoger el banco que nos ofrezca las mejores opciones.
En cuanto a los productos de ahorro (cuentas bancarias y depósitos) , al igual que antes, la TAE sigue siendo el indicador que más fiabilidad le aporta al cliente. Cuando los usuarios quieran comparar las rentabilidades de los depósitos, esta tasa es mucho más fiable que el TIN, dado que en su cálculo se tienen en cuenta la totalidad de las comisiones y gastos que la entidad cobrará al cliente.
Conceptos bancarios
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