Hay conceptos clave para el día a día que, en realidad, en muchas ocasiones se utilizan erróneamente porque aún generan dudas. Un buen ejemplo es la definición de domicilio fiscal, que se usa tanto en nuestra vida privada como profesional sin conocerlo a fondo. ¿Sabes todo lo que conlleva y cómo puedes modificarlo? A continuación, te lo explicamos con todo lujo de detalles.
El domicilio fiscal es la dirección que utilizas para todas las relaciones que tengas con la administración tributaria. En consecuencia, se trata del punto geográfico de referencia que se establecerá para confirmar que cumples con tus obligaciones fiscales. Además, será el lugar donde la Agencia Tributaria podrá ponerse en contacto contigo a través de notificaciones (generalmente en formato carta).
Para las personas físicas, la normativa establece que el domicilio fiscal debe coincidir con la residencia habitual. Es decir, se trata del lugar que se establece como centro de los intereses económicos y vitales de la persona, así como el sitio donde se desarrollan principalmente sus relaciones personales y familiares.
En el caso de que hablemos de personas jurídicas (empresas o sociedades), la ley determina la definición de domicilio fiscal como el lugar donde se centraliza la dirección administrativa del negocio. Si no lo hubiera, el domicilio fiscal será el sitio donde radique su establecimiento permanente. Pero si tampoco lo hay, se establecerá como el lugar en el que se realice principalmente su actividad.
Tanto si se trata de la primera vez que se va a comunicar el domicilio fiscal a la Agencia Tributaria como si se trata de un cambio de domicilio, es imprescindible rellenar el modelo 036 o 037 con este fin.
Para ello puedes acudir de forma presencial a las oficinas de la AEAT (Agencia Estatal de Administración Tributaria) con cita previa o de forma telemática (sin olvidarte nunca de algunos tips de ciberseguridad) a través de la sede electrónica de este organismo. En este segundo caso, puedes acceder a través de certificado digital, DNI electrónico o Cl@ve PIN.
Por otro lado, cada vez que realices la declaración de la renta, en el momento de presentar el IRPF deberás confirmar tu domicilio actual, que se establecerá como domicilio fiscal. Asegúrate de que esté actualizado y que sea correcto.
Incluso más importante que saber qué es el domicilio fiscal, es conocer dónde debe ubicarse. De hecho, no puede hacerse de forma arbitraria, ya que está determinada por la normativa y las circunstancias que rodean a cada persona o empresa.
Según la definición establecida de domicilio fiscal, en el caso de las personas físicas este debe coincidir con la residencia habitual, por tanto, el lugar que se entienda como central para su vida personal y económica.
El domicilio fiscal en este caso debe establecerse en el lugar donde se dirige y gestiona de forma efectiva la actividad de toda la empresa. Esto deriva en determinar el lugar en el que se lleva a cabo la toma de decisiones estratégicas, la contabilidad principal o la administración central de la compañía.
En caso de que la empresa tenga varios establecimientos y la administración no esté de forma completamente centralizada en uno de ellos, se establecerá como domicilio fiscal aquel en el que se desarrolle la actividad principal.
En ambos casos, hay que ser plenamente conscientes de que la Agencia Tributaria puede llevar a cabo diferentes comprobaciones para determinar si el domicilio fiscal declarado por una persona física o jurídica es el real. En caso contrario, la administración puede iniciar los procesos necesarios para determinar el domicilio fiscal correcto, lo que puede conllevar diferentes sanciones para la persona involucrada.
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