Para algunas personas, conseguir ahorrar dinero en un mes puede resultar una tarea faraónica, titánica. En efecto, ahorrar no es nada sencillo. Hablamos de reservar una parte de los ingresos ordinarios para cualquier motivo que nos pongamos en mente, como un viaje futuro, la educación de nuestros hijos o, sin ir más lejos, nuestra jubilación. Hablamos, por tanto, de un esfuerzo para dejar de comprar aquellas cosas que no necesitamos en un presente, y no todo el mundo está dispuesto a sacrificar su bienestar actual por su bienestar del futuro.
Esto es así por varios motivos, pero el principal es que dejar de gastar en las cosas que nos hacen felices no es de agrado para nadie. Aunque no sea del todo necesario, nos gusta salir a cenar en vez de hacer la comida en casa, y lo mismo con otras actividades: ir al cine, comprar libros, etc. No obstante, existe un método para aprender a ahorrar sin demasiados sacrificios. Todo depende de que sigas un método o una serie de trucos para que reservar dinero de tu nómina no te resulte complicado.
Antes de introducirnos en los trucos, queremos aclarar por qué ahorrar dinero es beneficioso para ti y para tus cuentas. Los objetivos y motivos son muy personales , pero nosotros te vamos a aportar uno muy concreto: tranquilidad. Ahorrar te proporciona una suerte de seguro frente a imprevistos o ‘cisnes negros’.
Así las cosas, estos son los mejores trucos para ahorrar:
Es lo que hemos mencionado antes. Hay muchas razones para ahorrar y todas ellas son personales, así que establece una que sea muy importante para ti. Quizás quieras ahorrar, con la ayuda de una hoja de cálculo, para sortear mejor los imprevistos de la vida, o para poder ir a cenar cada cierto tiempo. El motivo importa porque eres tú quien lo establece.
Debemos calcular cuánto vamos a gastar a lo largo del mes. Es decir, tendremos que ver a qué productos, servicios y acciones destinaremos parte de nuestra nómina en un mes. Organizar categorías y llevar un registro de nuestros gastos nos será útil a la hora de ver de dónde podemos recortar y de qué consumos podemos prescindir.
Una vez controlados los gastos, tenemos que pensar en el presupuesto. El presupuesto no es más que la organización de nuestros desembolsos a lo largo de un mes. Un consejo muy útil es dividir en porcentajes: 50 % a necesidades básicas y 50 % a gastos extra. Lo bueno es que podemos organizarnos como queramos.
Esto es, realizar transferencias automáticas desde una cuenta a otra cada vez que recibas la nómina. El planteamiento es el siguiente: vivir como si no tuvieras ese dinero que destinas al ahorro, y quitártelo de la vista lo antes posible para no tener la tentación de querer recurrir a él en caso de lujo o capricho.
Como vemos, son una serie de pasos, métodos o trucos que nos acercan a un objetivo: ahorrar. ¿La razón? La tienes que establecer tú en función de tus preferencias.
También es cierto que existen otras vías de ahorro. Si quieres llevar tus reservas a otro nivel, hay productos financieros que te permiten rentabilizar tu dinero casi sin esfuerzo. Hablamos de cuentas de ahorro, servicios que las entidades financieras ponen a disposición de sus clientes para sacarle provecho al dinero que no necesitamos en el corto, medio o largo plazo. Generalmente, estos productos generan intereses y la diferencia con los depósitos es, principalmente, la ventaja o no de poder retirar cualquier cantidad de manera inmediata.
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