El cine nos ha mostrado en muchas ocasiones las historias de los corredores de bolsa de Wall Street que se hacen millonarios. Y durante mucho tiempo se pensó que era un mundo para las grandes fortunas, pero hoy por hoy ha quedado demostrado que no es así.
Dentro del mundo financiero existen diferentes prácticas que podrían ayudarte a alcanzar la libertad financiera. Comprar y vender acciones de una empresa, es una opción de alcance público que no requiere de gran capital, y que puede poner a trabajar tu dinero ahorrado.
Así que, si tienes dinero ahorrado y quieres sacarle beneficio, una buena idea puede ser invertir en bolsa. Esto es lo que tienes que saber sobre los mercados de valores y los pasos a seguir para hacer tu primera inversión.
Las acciones en la bolsa de valores son activos financieros que representan una parte del capital social de una empresa. Cada persona que adquiere una acción se convierte en socio y tiene deberes y derechos sobre la compañía. Dependiendo del número de acciones que se posean, será posible ejercer el derecho a voto en la junta de accionistas, recibir dividendos, exigir información sobre la situación de la empresa o vender sus acciones.
Para los inversores, las acciones son una forma de hacer crecer su dinero y superar la inflación a lo largo del tiempo. Mientras que, para las empresas, la emisión de acciones es una forma de obtener dinero para crecer e invertir en su negocio y generar liquidez para sus accionistas privados.
Las diferentes acciones valen distintas cantidades de dinero. El valor de una acción variará en función de si se observa su valor razonable o su valor de mercado. El valor razonable es el valor intrínseco de una acción en base a los valores fundamentales de la empresa, es decir, el valor derivado de los activos, pasivos y resultados de la empresa (datos contables) mientras que el valor de mercado es la cantidad que los inversores están dispuestos a pagar por la acción.
El valor razonable de una acción suele ser mucho menor que el valor de mercado, ya que este último está influenciado de forma considerable por la demanda que exista de ese valor específico, que no tiene que ver necesariamente con los valores fundamentales. Si la demanda de una acción crece mientras la oferta se mantiene constante, el precio de la acción subirá debido a que los inversores están dispuestos a pagar más. También puede ocurrir, a la inversa, que el valor de mercado de una acción se sitúe por debajo de sus valores fundamentales (aunque esto último es mucho menos frecuente).
Las acciones son un activo financiero que representan una parte alícuota del capital social de una empresa. Por tanto, existen distintos tipos de acciones. A continuación, vamos a explicar las más comunes y relevantes:
Los beneficios y derechos conferidos por la titularidad de este tipo de activo financiero varían según la elección que hagas, que será acorde a tus posibilidades y a las opciones de inversión que existan.
Recuerda que las acciones son instrumentos de renta variable, por lo que se les debe ver como activos de mediano y largo plazo, los cuales pueden ser vendidos en cualquier momento según el comportamiento del mercado.
Las empresas suelen escoger entre dos mercados para las transacciones de sus acciones. En primer lugar, está el mercado primario de acciones, en donde la empresa vende sus activos financieros a los inversores en grandes paquetes de inversión y estos pasan a ser socios o accionistas. Posteriormente, estas acciones pueden negociarse (es decir, objeto de operaciones de compra / venta) en un mercado secundario, normalmente la bolsa de valores, donde están accesibles a todos los inversores (incluyendo los pequeños ahorradores) a un precio (cotización) público en el mercado y que varía en cada momento.
Existen dos jugadores claves que participan en este proceso, y a través de los cuales los inversores pueden comprar y vender acciones en este mercado secundario:
La función principal de las Bolsas de Valores es facilitar el intercambio de acciones que cotizan (tienen un precio de mercado) de forma pública. Para ello, es necesario que la empresa salga a bolsa, y la manera más habitual de hacerlo es realizando una oferta pública de venta (OPV).
Existen dos formas de obtener exposición a este activo:
Al comprar una acción con este método se obtiene la titularidad directa sobre ella. Aquellos que quieren abrir una posición a largo plazo con la expectativa de que el valor de las acciones de la empresa se aprecie, prefieren la inversión. Esto se debe a que, si una empresa crece y su valor aumenta, es probable que sus acciones también suban.
Ser accionista en este caso significa que obtienes beneficios si vendes tus acciones por un precio mayor del que has pagado por ellas. Sin embargo, dado que el valor de las inversiones puede subir o bajar, podrías recibir menos de lo que hayas invertido inicialmente si el precio de las acciones de la empresa baja en el momento en el que cierres tu posición.
Para conocer otras posibilidades de inversión, pincha aquí y te lo contamos al detalle.
También conocido como Trading, implica la compra y venta de acciones con el propósito de obtener beneficios a corto plazo a través de la especulación del comportamiento de la acción. Aquellos que buscan abrir una posición a corto plazo sobre el precio de las acciones de la empresa, quizás durante períodos de una mayor volatilidad o actividad de mercado, se decantan por este método. Existen otros tipos de inversión a corto plazo que puedes conocer pinchando aquí.
Puedes operar con acciones con derivados como los CFD y las Opciones Barrera, que son instrumentos apalancados. En estos casos, el inversor debe aportar una parte de su exposición total al mercado para abrir una posición, quedando el resto en forma de endeudamiento (apalancamiento). En el caso de los CFD, se trata de un depósito llamado “margen”, mientras que, para las Opciones Barrera, es parte de la prima.
Hay que tener en cuenta que el apalancamiento puede incrementar tanto tus beneficios como tus pérdidas, que pueden acumularse rápidamente si no se tiene una estrategia de gestión del riesgo adecuada.
Las órdenes de Bolsa son las peticiones que realiza el inversor a su bróker para llevar a cabo la compraventa de acciones u otros activos en los mercados financieros. A la hora de introducir una orden en el mercado, debemos seleccionar el tipo de orden deseada.
Los tipos de órdenes disponibles varían en función del producto y el mercado. En el caso de la bolsa española, los tipos de órdenes disponibles son los siguientes:
Ahora, ya sabes qué son las acciones y cómo invertir en ellas. Si, además, deseas aumentar tus conocimientos sobre otras estrategias de inversión o cómo sacar rentabilidad a tu dinero ahorrado, no olvides echar un vistazo a los productos de ahorro de Renault Bank.
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