Acertar el mejor tipo de inversión no es cuestión de suerte, sino de tiempo, análisis y asesoría adecuada. Precisamente, en Renault Bank queremos ayudarte a que descubras cómo elegir entre las mejores inversiones a largo plazo, teniendo en cuenta tres conceptos clave que te explicamos a continuación.
Conseguir mejores inversiones a largo plazo depende tanto de factores internos (tu capital actual), como de factores externos (fluctuación del mercado). Por eso, antes de seleccionar el vehículo financiero más adecuado para tus inversiones a largo plazo conviene analizar estos puntos:
Comenzamos con la “tolerancia al riesgo”. Este término, tal y como su nombre indica, hace referencia a cómo de dispuesto estás a asumir riesgos a la hora de invertir, entendiendo como “riesgos” a la posibilidad de perder el capital inicialmente invertido.
En el mundo financiero encontramos inversiones de alto, medio y menor riesgo, motivo por el que deberás asesorarte o investigar previamente cuál es la mejor inversión a largo plazo en términos de riesgo y rentabilidad, antes de tomar tu última decisión.
Otro de los términos que te ayudarán a elegir mejores inversiones a largo plazo es el “horizonte temporal”. En este caso, dejamos los riesgos a un lado y pensamos en la cantidad de tiempo que pretendes dejar tu dinero invertido, con el objetivo de obtener la mayor rentabilidad posible.
Como debes saber, existen tipos de inversiones a largo plazo que exigen inmovilizar nuestro dinero durante cierto período de tiempo. Un ejemplo de ello son los depósitos bancarios a plazo fijo, como el Depósito Tú+ de Renault Bank, en los que acuerdas con una entidad bancaria cuánto tiempo deberás mantener tu dinero en una cuenta para, al finalizar la fecha, recibir una remuneración.
Por lo tanto, el “horizonte temporal de la inversión” puede variar según el tipo de instrumento financiero que decidas y, por supuesto, de acuerdo con la entidad bancaria. Este período de tiempo puede ser desde corto plazo (máximo 1 año), hasta medio o largo plazo (superiores a 1 año), y la rentabilidad de cada uno de ellos también variará dependiendo del tiempo que mantengas tu dinero.
En resumen, si quieres obtener una alta rentabilidad, el horizonte temporal de la inversión deberá ser a largo plazo ya que, cuanto más tiempo mantengas tu dinero en el producto financiero seleccionado, mayores serán tus ganancias.
Teniendo claros los conceptos anteriores, llega el momento de definir tus “metas financieras”. Aunque, de hecho, es bastante probable que antes de leer esto ya tengas claro por qué quieres invertir. Precisamente, las metas financieras son los objetivos que esperas alcanzar con la inversión.
Para definir tus metas financieras tendrás que pensar en el motivo que te llevó a investigar acerca de inversiones: ¿quieres comprarte un coche o una casa, estás pensando en el futuro de tus hijos o en tu jubilación, o simplemente quieres que tus ahorros empiecen a crecer?
La respuesta será tu meta financiera, pero ¡espera! Eso no es todo. La meta debe ser alcanzable y medible, por lo tanto, deberás evaluar el capital que pretendes invertir y definir cuánto cuesta lograr tu meta, teniendo en cuenta el precio de ese coche o casa, o la cifra inicial que esperas alcanzar para el futuro de tus hijos, tu jubilación o la rentabilidad de tus ahorros.
Apunta ambas cifras en un papel y comienza a asesorarte o investigar por cuenta propia acerca de las mejores inversiones a largo plazo que se ajustan con tus metas financieras, tu horizonte temporal y tolerancia al riesgo.
En Renault Bank tenemos un instrumento financiero que puede ayudarte a alcanzar tu objetivo a largo plazo: nuestro Depósito Tú+, el cual te ofrece:
Conceptos bancarios
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