Tipos de depósitos bancarios

Por Renault Bank - 16 febrero, 2022

El depósito es uno de los productos favoritos de ahorro de los españoles. Esto es así por lo sencillo de su mecanismo: los clientes depositan el dinero en las entidades bancarias, con o sin plazo, a cambio de una contraprestación.  

Ahora bien, ¿qué tipos de depósitos bancarios existen? Si quieres conocer cuáles son los principales tipos y qué productos financieros se ajustan mejor a tu filosofía de ahorro, estás en el lugar adecuado. ¡Sigue leyendo para saber contratar un depósito! 

Depósitos bancarios a plazo fijo

En un depósito bancario a plazo fijo, el ahorrador deposita una cantidad de dinero en su entidad bancaria y se compromete a no tocarla durante un tiempo acordado.

Lo importante de este producto es que, efectivamente, existe una fecha de vencimiento. Después de esa fecha, o bien antes, dependiendo de las características del producto contratado, el depositante puede acceder a su dinero sin restricciones y con el convencimiento de que obtendrá una remuneración a cambio.  

Depósitos a vista

Un depósito a la vista se asemeja mucho a una cuenta corriente. Se trata de otro producto de ahorro que, a diferencia del depósito bancario a plazo fijo, sí que permite disponer de tu dinero en el momento que más te apetezca.  

Aquí, generalmente, no encontramos una alta rentabilidad, como sí lo hacemos con el anterior producto. El objetivo de un depósito a la vista no es el de proporcionar un dinero extra, sino el de tener bajo control nuestro ahorro para poder operar con él en cualquier circunstancia. 

Depósitos bancarios con remuneración en especie

En los depósitos bancarios con remuneración en especie, la forma de remunerar a los clientes es muy distinta a las anteriores. ‘En especie’ quiere decir que se entregan regalos a los clientes en vez de un porcentaje de dinero sobre ahorros.  

El regalo, por supuesto, depende de la entidad y de lo que hayas acordado con tu banco: una televisión, una videoconsola o, quizás, un electrodoméstico. Pero en estos depósitos sí que es necesario mantener un plazo estipulado.  

Depósitos estructurados 

Este es el último de los tipos de depósitos bancarios que vamos a ver aquí. El depósito estructurado es, en un principio, idéntico al depósito a plazo fijo, pero esconde sus diferencias. ¿La principal? Que su rentabilidad depende de un activo subyacente.  

En estos casos, el dinero que obtengas tras el plazo acordado dependerá de la evolución de un activo. Es un riesgo, sí, por eso es un producto dirigido a los clientes con conocimientos financieros consolidados.  

Diferencias entre depósito y cuenta 

Antes de finalizar el post, deberíamos establecer las diferencias entre depósito y cuenta de ahorro. No son lo mismo, aunque a priori sí que lo parezca. Cada uno de estos productos esconde sus diferencias.  

Una cuenta de ahorro es un producto que te permite ahorrar el dinero y generar una rentabilidad por ello. A diferencia del depósito, mantienes en todo momento la disponibilidad sobre él, y es idóneo para jóvenes que comienzan a ahorrar.